Clásicas o sofisticadas/modernas, estrechas o anchas, nuestras rayas son motivos imprescindibles de la marca, editadas hace ya más de 150 años. Reeditamos algunos de los diseños históricos conservados en la Biblioteca Forney de París.
El papel pintado a rayas es un clásico del diseño mural que trasciende las tendencias y se adapta a todos los estilos de interiores. Ya sea que quieras ampliar visualmente una habitación, darle más altura o aportar ritmo, las rayas son una solución elegante y versátil.
La elección del color es esencial. Las rayas en blanco roto o beige aportan luminosidad, mientras que los tonos más oscuros como azul marino o negro añaden carácter y profundidad. Los papeles pintados a rayas en tonos naturales combinan muy bien con materiales como la madera, creando un ambiente cálido y acogedor.
En Isidore Leroy ofrecemos motivos de rayas clásicos, contemporáneos, así como archivos de principios del siglo XX. Descubre Raya Jeanne, una creación elegante y atemporal, perfecta para un salón o un comedor.
Los papeles pintados con motivos florales o geométricos ligeros son perfectos como complemento de las rayas. Armoniza con tonos cercanos o complementarios. Varía las escalas y evita los motivos demasiado recargados en las paredes adyacentes.
No, nuestros papeles pintados no tejidos son fáciles de instalar. Solo hay que alinear bien la primera franja: las rayas verticales te guiarán naturalmente.
Corta cuidadosamente la parte dañada y sustitúyela por un recorte del mismo papel, respetando el motivo.
El papel pintado a rayas, especialmente verticales, estructura el espacio, aporta ritmo visual y puede ampliar visualmente una habitación o darle más altura. Sobre todo si las rayas son en tonos claros como beige o crema.
Las rayas verticales en tonos claros como blanco roto o beige aportan altura y amplitud a los espacios de la casa.
Nuestros rollos estándar cubren generalmente entre 5 y 7,5 m². Consulta la ficha del producto para conocer las dimensiones exactas.
